
A finales de 1952, André de Dienes recibe el encargo de la revista Pageant para realizar unas fotografías de la "rubia explosiva" como entonces llamaban a Marilyn. La sesión se realizó en un bungaló del Hotel Bel Air. Solos el fotógrafo y la actriz.

Como comenta el fotógrafo en su libro, Marilyn salía de un baño de espuma y no llevaba nada debajo de la toalla. De tanto en tanto se abría la toalla mostrando durante unas décimas de segundo su cuerpo desnudo, como dando a entender que estaba preparada para posar desnuda.
Esta serie de tres fotografías las encuentro tremendamente sexys. Habrá que ver ahora si André llegó a fotografiar a Marilyn desnuda. Cualquier día de estos, quien sabe si el año que viene que se cumplirán los cincuenta años de la muerte de la actriz, no nos llevaremos una sorpresa...